La ropa inteligente, dispositivos vestibles o “wearables” como se conocen más comúnmente, empezaron a ganar terreno en el siglo XXI con la llegada de dispositivos como el auricular Bluetooth, el clásico Fitbit para contar pasos y medir la distancia recorrida en un cierto tiempo y más recientemente los relojes inteligentes.
Normalmente, estos dispositivos se han enfocado más en promover un estilo de vida “fitness”, recibiendo información del usuario sobre su ritmo cardiaco, por ejemplo. Sin embargo, con la llegada de la pandemia, los wearables han cobrado mayor importancia para monitorear el estado de salud de los pacientes.
La aplicación de los dispositivos inteligentes es cada vez más amplia, sobre todo por la naturaleza de estos wearables que, por definición, no intervienen en las actividades normales de la persona, lo que puede ser de gran ayuda para prevenir o atender incidentes en un ambiente laboral. Euzkadi Tecnología resalta, por ejemplo, el uso de wearables para mantener localizados a todos los empleados en una planta de manufactura, lo que permite su fácil evacuación en caso de un incendio. Asimismo, la constante medición de signos vitales y el uso de un giroscopio pueden ser vitales para detectar si un empleado se siente mal, ha sufrido un accidente o una caída.
FUENTES:
https://www.euskaditecnologia.com/wearable-industria/
https://www.medicaldevice-network.com/comment/covid-19-wearable-devices/
https://www.visualcapitalist.com/the-history-of-wearable-technology/
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