Para comprar una propiedad en México no se necesita ser residente. Además, los mismos requisitos son para personas físicas y morales extranjeras, el criterio fundamental es el lugar del inmueble: si está en zona restringida o no.
Estas áreas están a 100 kilómetros en la franja fronteriza y 50 kilómetros a lo largo de las playas del país. Aquí no es posible comprar directamente, pero sí a través de un fideicomiso creado con una institución bancaria reconocida, eso dará derecho al uso y goce por al menos 50 años, explica Fernanda Trillo, vicepresidenta senior de Coldwell Banker Commercial.
"Una vez transcurrido ese periodo, el documento se renueva o se hace un nuevo fideicomiso", dice Trillo. "Si alguien llegara a fallecer, en lugar de hacer todo el trámite pasa a sus herederos". Un delegado fiduciario debe realizar el trámite ante la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y un notario. Obtener un permiso para constituir este fideicomiso en zonas restringidas cuesta 13,910 pesos.
Fuera de esas áreas delimitadas, los extranjeros deben presentar la solicitud FF-SRE-006 o FF-SRE-007 y firmar una renuncia a la posibilidad de que su país intervenga en algún litigio de dicha propiedad. También requiere de la autorización de la SRE.
¿Qué compran los extranjeros?
En el caso residencial, los visitantes llegan a pasar unos días de descanso, en especial a los destinos de playa. Son personas cercanas a su retiro o ya jubilados, que tienen el tiempo y los ahorros para hacerse de una propiedad en el país.
Otro tipo de inversión extranjera que está creciendo es en el sector industrial, ahora se demandan más inmuebles de este tipo, sobre todo en Tijuana y Ciudad Juárez, Guanajuato, San Luis Potosí, Querétaro y Aguascalientes, por el boom aeronáutico y de fabricación de autos.
La Inversión Extranjera Directa en México creció en 2017 y representó 29,695 millones de dólares, de acuerdo con la Secretaría de Economía. Dos sectores en recuperación son el construcción, con 10.3% —seis puntos porcentuales más que el año pasado— y el de servicios inmobiliarios y de alquiler, que alcanzó 1.4%, pero en 2016 había sido de 1.1 por ciento.
Sin duda, México es un punto de interés para la inversión extranjera en bienes raíces, ya sea con fines de retiro o por asuntos de negocios. Un impulso al crecimiento y ganancias del sector.